NOCTIS

Hay en la noche/un cuervo solitario/
guiando el impulso de la luna.
Un enjambre de conchas azules
arriba en una barca.
Las estrellas no preguntan/ se van
a pintar asteriscos/ muy lejos de las conchas
donde el graznido se ausenta/ se hace hielo
bajando el invierno hasta los ecos soterrados/
a las cárceles oscuras de cigarras
muriendo de amor/ con los brazos cruzados/
estorbando el sueño de las lechuzas
negras y erizadas/ como cáscaras
como árboles secos/ desgajados.

Hay en la noche/un cuervo solitario/
que no renuncia
sin ver la flecha que le atraviesa el buche
ante el olvido de la luna.
En su ayer/ se crispan tibios besos
de una desconocida/
se agitan veletas
en su torre de ladrillos descosidos/
las cornejas calzan medias rojas
y se duermen los donceles desnudos
con los pechos palpitantes/ vacíos de horas.

Cuando los ojos del cuervo/ se conviertan en morada/
no ha de importar la vieja sombra de la luna
en el brillo apagado/
donde no cabe negarse.

© María Eugenia Caseiro
(Cuba)

 

Bajo el ala de un cuervo /se construye
la noche solitaria
con la luna enclavada al centro de los ojos.

Sobre el tejado se menean escorpiones
bailando al chistido de lechuzas
que han de espantar las boas.

Grazna el cuervo su antigua canzonetta
de amores olvidados.

Debajo de sus cuerdas azabache
una gota caliente / espesa terciopelos
que delata un rojo herido / sin puñal /
al disgregar el tiempo en el suicidio.

Surcan el cielo / las cigüeñas
negro cuervo de blanca comisura
bordeándole los ojos

donde la luna se detiene
a exterminar su sed
convicta a la nostalgia.

© Silsh
(Silvia Spinazzola)
-Argentina-

 

Enero/05

 
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