A mordiscones extirpa
pedazos de su tierra
desde las raíces.
Hebras que se destejen
atrapan remolinos
regurgitan de sed
hasta espumar el cauce.
Limpio retorno de agua
en su porfía
anuncia el corredor
donde el nombre se pierde.
Caen sus serpentinas de cristal.
Y las manos buscan
bajo esa piel de barro
distraer a cuentagotas
patrones de nostalgia.
Atrapar el segundo
o decidirse a arrojar
a la memoria con su ancla.
No existen paraísos
al rescate de sombras
donde el tiempo
se escurre a la deriva.
© Silsh
(Silvia Spinazzola)
-Argentina-
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