Jirones de esta piel
se lleva el aire,
mordiendo mi dolor
con furia y hambre.
Sólo la luna espía
entre tinieblas,
mudo testigo
de este instante.
Junto a tu absurdo amor
de arena y barro
se ahoga el corazón
que traicionaste.
Abierta está la puerta
que conduce a mis venas.
No tengo otro equipaje
que mi sangre.