El hombre llega, amor, el hombre pasa.
Es un grito en la noche o una oscura
soledad o una urgencia de ternura.
Es un viajero:
llega hasta la casa,
toma la sal y el vino y la hogaza,
toma el agua y la fruta ya madura,
descubre el lecho que el cansancio cura
pero es un huésped, que el partir aplaza.
Toda necesidad de amar, lo crea:
le asigna rostro y piel, y le moldea
un alma de infinito en el instante.
Pero no deja nada de su paso:
una breve sorpresa, un llanto escaso.
Si ha quedado un poema, ya es bastante....
Julia Prilutzky Farny
(Ucrania/Argentina -1912 /2002 )