No sé si vocifero por las calles
esta desolación
que invade vecindarios.
Me aprieto a mi paraguas
con ternura
para evitar que amputen
las dos gotas de sueños
que aún palpitan.
¿qué hacer con este grito
entre tantos disfraces de colores?
Miro como se inventan
mecánicas aldeas en sus globos.
Las soledades crecen
brotan de esos zapatos
que se arrastran
a un costado de la señal
húmeda de futuro.
Y frases remanidas se hacen eco
para sumar la voz
restando alguna culpa
a este pequeño mundo de cobardes.