Ese espacio que suena con su carga remota desde el magma fecundo pulso del intelecto de estático vigía entre la tierra-nudo-aire. Muñones en los labios dibujan con ceniza y calostro el mudo jeroglífico a punto de saltar desde la piedra. No hay médula que encaje ni centro que se funda al volcarse en partículas de memoria sin-fin. Puede que el verde llueva en nuestros sueños...
© Silsh (Silvia Spinazzola) -Argentina-