Lánguida estela repetida
engulle la aspereza de tus labios.
Detrás del arrecife,
mi cardumen de caricias escondido
deja caer tu ruego de satén.
Llueve bajo mis párpados.
Un presentimiento llega camuflado
con la llave que envolviste entre sus olas.
Dudan mis manos pálidas
que tercas a su estigma se detienen.
Dolorida impotencia que derrumba
aventura o deseo,
por devolver a tus pinceles los colores.
Llueve un gemido de traición
en la piel de la daga que empuñaste
sobre este mar sediento de tu sal.
© Silsh
(Silvia Spinazzola)
-Argentina- |
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