Me ofrecía una soga
dos puñales
el borde de un papel o una sonrisa
abrazo entre el murmullo cotidiano.
Dueño de la cadencia
del espacio
equidistante entre el destino
y el deseo.
Me ofrecía sus dudas
su rebelión azul.
La luz ya parpadeaba
en el hueco en el labio
en la espiral salada
donde duermen los peces.
Me ofrecía una soga
dos puñales
el borde de un papel o una sonrisa
sin saber que la noche
se transformó en ritual
para escribir un sueño.
© Silsh
(Silvia Spinazzola)
-Argentina-