Somos la terracota el andamiaje
los pedazos deformes
que buscan su lugar dentro del círculo.
Esa opresión del soplo en la mejilla
que avanza nos sacude nos desierta.
Somos el continente aquella isla
comparsa en extinción balde sin agua
tambor de cuero y grasa
a golpes de silencios.
Inquietud pretenciosa del insomne
la magia en el bisel de un calendario
dominó del destino el infinito.
Personajes en celo que se pierden
bajo arenas del mar o entre telones
esquivando a la pausa que incomoda.
Nuestros son los gigantes
pequeños que nos miran
cuando la brisa mueve su manta
y los despierta
(debajo
el mismo párpado
construye)
©Silsh
(Silvia Spinazzola)
Argentina
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