que lucen sus banderas a instancias de la noche.
Nuestro abedul sacude mariposas
al columpiar la cuerda pertinaz
(acaso la leyenda del monstruo bailarín
camine la memoria dentro de un hormiguero.
Quizás se arrugue la mañana...)
Alerta un soñador nos incomoda
con guiño cómplice sacude su galera.
y subido a un banquito nos instiga
(los gorriones escriben
el final de un poema)