Habrá que derrumbarse de algún modo
desorientar caminos sin banderas
la muerte no será
se licuarán palabras gestos voces
algún árbol caerá para ser puente
algunos amarán a último minuto
desbocados desiertos.
Habrá que prepararse un té de boldo
doblar prolijamente
la página de un diario
fabricarse un barquito en la cocina
la lluvia azotará será el invierno
la ventana vecina
derramará su luz en la vereda
de amarillo temblor sobre los charcos.
Habrá que almidonarse las pestañas
coronarse la piel con Dermaglós
ordenar los cajones
las hendijas
acicalar el miedo estirar bien
las sábanas
cepillarse los sueños
migajas de sabores repetidos.
Habrá que abrir la puerta
una mañana.
© Silsh
(Silvia Spinazzola)
Argentina