Insolente certeza
esto de ser prolija vagabunda
reconocerse
de cara a los designios.
Me colgarán de un clavo
con la sonrisa grande
y el verano en los ojos.
Alguien derrochará sus flores
sobre un mar imperfecto
murmurando
mis versos más temidos.
Podré mirar
con limitada perspectiva
a los curiosos.
Muchos
olvidarán mis manos.
Mientras allí
colgada mi cabeza
se vencerá
bajo el reflejo taciturno
de algún vidrio
que irá a poblar mesetas
de hojalata
de heroicos marginales
de suicidas
junto a un coro de moscas
y miserias.
© Silsh
(Silvia Spinazzola)
-Argentina-