NADIE LO HARÁ POR VOS     

 

 

Nadie pide que se acallen los rugidos de loba en celo apresurada por tragarse a la luna hasta el último canto. Ni que se aten cuerdas a las manos para calmar vuelos agitados sin compás.
Quien quiera escribir aquello que le nace, debe atropellar su propio cataclismo. Nadie irá en su búsqueda cuando el alfabeto se disuelva en figuras de cera, ni correrá a medir el espacio límite del péndulo.
Nadie acercará el fósforo a la mecha, al carbón, a la lámpara o al papel. La libertad no se negocia.
Sólo promesas de guardarse en los cajones de la casa, para evitar que otros ojos se mareen al no hallar su perspectiva.
Porque del otro lado del espejo, la libertad tampoco se negocia.

 

© Silsh
(Silvia Spinazzola)
-Argentina-

 
     
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