DE MISTERIOS


 

 
 

Desde la sorpresa de esta noche que va tejiendo arabescos inflamados de caricias, cierto rubor irrumpe al transcribir tu geografía sobre el lecho de escarcha que pinta mis balcones.
Aprieto la nostalgia desde el rincón desvanecido en horas.
Se detiene una sonrisa en los portales al soplo de plumajes que emigran detrás del horizonte.
Apruebo el desafío de caminar descalza sobre el cordel que anuda los bordes del espejo.
Tal vez existan desatinos que nunca imaginamos. Inexplicables gestos sin manuales ni oráculos. ¿Seremos capaces de arrancarnos las prendas hasta curar la carne? ¿de asfixiar el silencio al prodigio del beso?

Derrotar fantasmas
no es sencillo,
ni coincidir tus manos con las mías.

Desteñidas dudas se rebelan
a ser esclavas del orgullo.

Se mastica dolor
en puños del pasado.

No es que olvide. Es esta extraña complicidad que impregna los sentidos hasta ignorar razones. Una línea difusa que claudica entre traviesas notas negadas a encerrarse en el olvido, que desata la voz sin consultarnos:

Necesitás mi boca
preciso de tu aliento.

Imborrables instantes
nos regresan
al acorde febril
de la caricia.

Se trenzan las palabras hasta explotar ternuras que vacían cientos de estrellas sobre la oscura cúpula que nos construye este universo.

¿Y qué hacemos ahora
con esta terca sed que nos iguala?

Apenas queda un resto de osadía
grabada en la placenta
del grito que nos muerde.

Un sabor a destierro se adhiere a madrugadas sin párpados. Ulula el viento su danza tribal. Y hago pactos imprecisos con esta ingenuidad que nos confunde.
Se abre el esternón para dejar que salte a borbotones el coraje. Los planetas se eclipsan sin explicar ni comprender absurdos permanentes e invariables.

Aferrada al borde de la herida
ausculto al eco
que reclama
desde el fondo del estanque
donde ahogamos
el futuro impredecible.

Se desvisten los colores al traducir giros dibujados sobre el muro. Un acordeón ruge su pena en las siluetas que diluyen sombras por las alcantarillas.
Sobre la piel de lunas que mutila esperas, claves de sol rasguñan velos hasta rendirse ante esta ambigüedad que nos aturde.

¿Sabrás de este misterio
sólo nuestro

mientras el tiempo nos empuja
hacia el abismo?

Se entrelazan amores singulares

y ya no sé

donde
buscarnos

las respuestas.

 

© Silsh
(Silvia Spinazzola)
-Argentina-

 
     
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