De todas las hijas que no nacieron
hay un poco de mí.
De los hijos que esperaban ser nacidos
hay un poco de mí.
De todos esos hijos sin nacer
hay un poco de parto
de ombligo incierto
de menstruación de rosas
de audacia
de orfandad.
De todos los hijos que no fueron
ni cigoto precario
ni duda ni madeja
ni equipaje de luto
hay un cordón
de piedra
que se ajusta
que ahorca
las dos caras
sin puente
de la noche.
©Silsh
(Silvia Spinazzola)
-Argentina-
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