No busques más razones que eviten mi partida.
Soy la musa incompleta que se apiada de dios.

Si aprendiste el camino que divide a mi espejo
sabrás medir el filo que asoma con la espera.

No me escapo, estoy aquí colgada
del túnel infinito.
Sólo tengo en el puño huellas de lo incoloro
y esta implosión que arde entre mi selva.

Pero no me obligues a cruzar desiertos.

Soy mujer sin memoria huyendo a su guarida
si de lejos presiente el reclamo sutil.
Soy esta, la impostora que juega con la luna,
que no puede darte ni tiempo, ni silencios.

Mujer rota que mira detrás de su destino.
Sólo una nervadura en el vitreaux azul.

© Silsh
(Silvia Spinazzola)
Argentina - Invierno/98