He regresado a casa
 

 

Extraviada de vos, he regresado a casa. El jardín, insiste en su nobleza de pincelar con verdes el rellano y las flores anuncian bienvenidas.
Me acurruco en la puerta bajo el dintel añoso. El picaporte gime con pertinaz nostalgia. La madera del piso me mira con candor. Camino sin rozarla, buscando mis rincones e invierto al mediodía que empuja su destino de primavera blanca.
En actitud de abrazo, el nogal de la mesa me brinda con robusta estatura.
Me adueño de mis cosas: de este paso que elige, de mi escozor, mi cauce, mi gesto familiar.
Y las manos responden. Acarician los nudos que brotaron del árbol donde juega un hornero con maternal instinto, desde un ojal de barro.
Se columpia un retoño del jazmín que diluye el peltre de otras lluvias. El sol filtra los muros, desnuda cada sombra, mientras abro cajones que conversan en clave, crónicas de humedad (¿alguien conoce acaso, mi fecha de partida?)
Con las dudas gastadas, con los ojos más limpios, reúno mis porciones de pastel carcomido en una fiesta vieja (afuera; los residuos, descartable lo rancio)
Y en el centro de todo, un candil encendido me ríe la tardanza. Descubre a mi juglar, que no cesa, que canta su verbo más sonoro.
Con este pulso escribo sobre papel de arroz.
He regresado a casa después de tantas hojas, de recortes, de inviernos, de andar sin un paraguas, de quebrar los zapatos en mitades ausentes.
Sólo sabe - mi casa - del pan recién horneado y esta sonrisa nueva.

Silsh

(Silvia Spinazzola)
Argentina-Primavera/06

 
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