SI ME SORPRENDES
 
 

 

Si me decís que aún es tiempo de rescatar la sonrisa en el espejo, puede que me incorpore desde la envoltura congelada que descansa en el desván, hasta corporizar esa sombra que me late escondida en las semillas, esperando el aviso de que ya es tiempo de abrirse en primaveras.

Si despertás el roce que se muele en nervaduras donde los dedos calcinan con destreza la razón que aún me somete, tal vez pueda quitarme los escudos donde grabé una lápida sin fechas.

No es presagio ni certeza. Posibles me rodean desde el inicio de caminos por donde voy eligiendo rutas sin señales que me indiquen la llegada a estaciones donde habita el destino.

Es que si me alcanzás de la mano de esa música capaz de invadir mis remolinos, hasta colmar los huecos de esta esponja que guardo debajo de la piel, es probable que me deje seducir por el piano, por el saxo, por el sexo que me atrapa hasta tirar del anzuelo sin que me oponga a mirar hacia el fondo del túnel.

Nunca el temor me ha servido de coartada, ni rebeldías han logrado amilanarme ante el censor. Si me invitás a jugar tus crucigramas, sé que sabré sacudirme las cenizas hasta cruzar el horizonte, aunque el cartel grite imposibles colgados a la perilla de las puertas. Esta savia sin diques no limita su vertiente cuando le gana al gris de la cordura.

Sólo es menester una consigna: aprender el recorrido hasta alcanzarme la sorpresa.

© Silsh
(Silvia Spinazzola)
-Argentina-


 
     
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